La neutralidad de carbono, huella de carbono cero, cero neto[1] o neutralidad climática se refiere a conseguir emisiones de dióxido de carbono netas iguales a cero equilibrando la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera con una cantidad equivalente retirada de la atmósfera, o fijada por plantas, o comprando los suficientes créditos de carbono. El término "neutralidad de carbono", o neutro en carbono, se utiliza en el contexto de procesos asociados con la emisión de dióxido de carbono, como transporte o producción de energía empleando combustibles fósiles (carbón, petróleo o gas natural).[2]
Debe aclararse que en el contexto de cambio climático, energía, atmósfera, etc., cuando se dice "carbono", en general se está hablando de dióxido de carbono (CO2), un compuesto químico, gaseoso a temperatura ambiente; mientras que en otros contextos (biología, química orgánica), cuando se dice "carbono", se alude a un elemento químico, el sexto de la tabla periódica, de símbolo C, y con propiedades totalmente distintas de las del CO2.
El concepto de neutralidad de carbono puede ampliarse para incluir otros gases de efecto invernadero (GEI) medidos en términos de su equivalencia con el dióxido de carbono (CO2e) —el impacto que un GEI tiene en la atmósfera expresada en la cantidad equivalente de CO₂. Por ejemplo, el metano produce un efecto invernadero 21 veces superior[3] al CO2. Por tanto, si unas emisiones constan de una tonelada de CO2 y una tonelada de metano, sumarán 22 toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e).
El término climáticamente neutro (en inglés climate neutral) refleja la inclusión de otros GEI. Aunque el CO2 es el más abundante, otros GEI regulados por el Protocolo de Kioto son el metano (CH4), óxido de nitrógeno (I) (N2O), hidrofluorocarbonos (HFC), fluorocarburos (PFC) y hexafluoruro de azufre (SF6). Los términos "neutralidad de carbono", "climáticamente neutro" y "neutralidad climática" se utilizarán indistintamente en este artículo.
La mejor práctica para las organizaciones e individuos que buscan ser neutros en carbono supone, primero, reducir o evitar tantas emisiones de GEI como sea posible, de modo que luego solo necesiten compensar las emisiones inevitables.[4] La neutralidad generalmente se consigue de dos maneras:
El término carbon neutrality (neutralidad de carbono) fue la palabra del año 2006 para el New Oxford American Dictionary.[8]