El nihilismo moral, también conocido como nihilismo ético, es una corriente filosófica que sostiene que no existen verdades morales absolutas. Esta postura metaética afirma que las proposiciones morales no son verdaderas ni falsas, y que, por lo tanto, no hay acciones que puedan ser categorizadas como moralmente correctas o incorrectas.[1][2]
El nihilismo moral es distinto del relativismo moral, que permite acciones erróneas en relación con una cultura o individuo en particular. También es distinto del expresivismo, según el cual, cuando hacemos afirmaciones morales, «No estamos haciendo un esfuerzo por describir cómo es el mundo [...] estamos desahogando nuestras emociones, ordenando a los demás que actúen de cierta manera o revelando un plan de acción» (Shafer-Landau 2010, pp. 292–293).
El nihilismo no implica que debamos dejar de usar lenguaje moral o ético; algunos nihilistas sostienen que sigue siendo una herramienta útil.[cita requerida]