Norman Granz (6 de agosto de 1918-Ginebra, 22 de noviembre de 2001[1]) fue un impresario de jazz, considerado «el de más éxito de la historia de jazz».[2] Fue mánager de, entre otros destacados artistas del género, Ella Fitzgerald y Oscar Peterson.[3]
En 1954, el crítico de jazz Nat Hentoff, en un artículo para Down Beat, afirmó que Grantz había hecho «más que ningún otro del mundo del jazz… para apoyar a aquellos artistas que forman la mainstream [la columna vertebral] de la tradición jazzística, aquellos artistas cuyas raíces vitales están en el jazz y sin quienes no habría ningún jazz moderno, ni cool ni turbulento».[4]
Además de fundar algunas de las más destacadas casas discográficas dedicadas al género, Clef, Norgran, fusionadas en 1956 para formar Verve[5] y, varios años después, Pablo, fue igualmente conocido por su lucha contra la discriminación racial en los EE. UU.[6][7] y por su desprecio hacia los críticos de jazz.[2]
En 1944, como respuesta a la discriminación racial practicada por los clubes de jazz de Los Ángeles, Granz los alquilaba los días que solían cerrar al público y promocionó conciertos de bandas racialmente mixtas para audiencias también racialmente mixtas. A raíz del éxito de su fórmula, ese año alquiló el Philharmonic Auditorium, sede de la Los Angeles Philharmonic Orchestra, y con capacidad para 2700 personas,[8] con el fin de recaudar fondos para los derechos civiles y que dio lugar al Jazz At The Philharmonic (JATP), el nombre dado a una serie de giras y conciertos que recorrieron los Estados Unidos entre 1944 y 1959, además de Europa y Japón. En 1946, fundó la discográfica Clef para comercializar las grabaciones del JAPT.[5]
Después de vender el catálogo de grabaciones de Verve a MGM en 1961 por 2,5 millones de dólares, Grantz se retiró a Suiza y en 1973 fundó Pablo Records, nombrado por su amigo Pablo Picasso, quien le dio el logotipo de la discográfica.[6] Vendió Pablo Records a Fantasy Records en 1987.[9]