Los númerales cistercienses medievales, o "cifras" en la jerga del siglo XIX, es un sistema de numeración desarrollado por la orden monástica cisterciense a principios del siglo XIII, aproximadamente en la época en que se introdujeron los números arábigos en el noroeste de Europa. Son más compactos que los arábigos o los números romanos, al poder expresar con un solo glifo cualquier cifra entera entre el 1 y el 9999.
Los numerales se basan en un pentagrama horizontal o vertical, y en la posición del dígito en el pentagrama indicando su valor según la posición (unidades, decenas, centenas o millares). Estos dígitos se componen en un solo pentagrama para indicar números más complejos. Los Orden del Císter finalmente abandonó el sistema en favor de la numeración arábiga, aunque continuó el uso marginal fuera de la orden hasta principios del siglo XX.