Opus sectile es una técnica artística propia del mosaico romano, del que hay escasas muestras en el arte medieval (cosmatesco) y se recupera en el de la Edad Moderna (intarsio, pietra dura).[1]
Los materiales, de distinta naturaleza (nácar, vidrio), pero habitualmente piedras de distintos colores, como el mármol, se cortan en piezas de muy poco grosor, cuya forma se determina por la forma a representar, combinándose con las demás para rellenar todo el espacio (teselación), bien sea con criterios geométricos (abstractos) o figurativos. A diferencia del opus tessellatum (la técnica habitual del mosaico), las piezas no son pequeñas y de forma homogénea, sino relativamente grandes y de muy distintas formas.[2] Otras técnicas artísticas semejantes, pero con otros materiales y características, son la marquetería y el damasquinado.