El Padre Tiempo es una figura mitológica antropomorfizada que es la representación misma del tiempo, identificada con su personificación en la cultura popular. Se representa como un hombre viejo que lleva atributos como relojes de arena, calendarios u hojas que caen de sus ropas. Puede estar acompañado de símbolos de la muerte, para recordar que el paso de la vida lleva inexorablemente a su fin (memento mori).
El Padre Tiempo puede aparecer en cuadros y alegorías sobre el tiempo, en representaciones del año nuevo (siendo entonces un símbolo del 31 de diciembre, en oposición al bebé que simboliza el año nuevo) o bien en fábulas en las que deriva del titán griego Cronos Protogenos, aunque se le suele confundir, accidental o intencionadamente, con Cronos.