En transporte público, una parada a solicitud, parada facultativa o parada discrecional es una parada de autobús o estación de ferrocarril en la que los autobuses o los trenes, respectivamente, paran solo cuando algún usuario lo pide; es decir, solo si hay pasajeros o carga para recoger o dejar. De esta forma, pueden incorporarse a una ruta paradas con pocos pasajeros sin introducir demoras innecesarias. Los vehículos también pueden ahorrar combustible al continuar a través de una estación cuando no es necesario detenerse.
Es posible que no siempre se produzcan ahorros significativos en el tiempo de recorrido si no hay nadie a quien recoger, porque los vehículos que pasan por una parada solicitada pueden necesitar reducir la velocidad lo suficiente como para poder detenerse si hay pasajeros esperando. Solicitar paradas también puede introducir una variabilidad adicional en el tiempo de viaje y aumentar las demoras estimadas.
La apariencia de las paradas facultativas es muy variable. En muchos casos están claramente señalizadas, pero en muchos otros se basan en el conocimiento local.