Los pararreptiles (Parareptilia, "al lado de los reptiles") es un clado o una subclase de saurópsidos que ha sido definida variablemente como un grupo extinto de anápsidos primitivos, o como una alternativa cladísticamente correcta a Anapsida. Tradicionalmente se consideraba que las tortugas pertenecían a este clado, sin embargo los estudios moleculares recientes los sitúan dentro de los diapsidos y en un clado Pantestudines estando este último más estrechamente emparentado con los arcosaurios (aves, cocodrilos, dinosaurios).[1]
El nombre Parareptilia fue acuñado por Olson en 1947 para referirse a un grupo extinto de reptiles del Paleozoico, en oposición al resto de los reptiles o Eureptilia ("reptiles verdaderos").
El nombre cayó en desuso hasta que fue revivido por los estudios cladísticos, para referirse a los anápsidos que se pensaba que no estaban relacionados con las tortugas. Gauthieret al. 1988 proveyeron las primeras definiciones filogenéticas para muchos nombre de taxones de amniotas, incluyendo a Sauropsida como el clado padre de Reptilia, y se afirmó cladísticamente que los captorínidos y las tortugas eran grupos hermanos, constituyendo el clado Anapsida (en un contexto mucho más limitado que la definición dada por Romer en 1967). Se necesitaba un nombre también para varios reptiles del Pérmico y el Triásico que ya no eran incluidos en los anápsidos, y se escogió "pararreptiles". Sin embargo, ellos no se sentían muy seguros acerca de erigir a Parareptilia como un taxón formal. Su cladograma es como sigue:
Laurin y Reisz en 1995 presentaron un cladograma diferente, en el cual Reptilia se divide en Parareptilia (ahora como taxón formal) y en Eureptilia. Captorhinidae es transferido a Eureptilia, y Parareptilia incluye tanto a los anápsidos primitivos como a las tortugas, pero no a Captorhinidae y a Protorothyrididae. Los mesosaurios son situados por fuera de ambos grupos, como el taxón hermano de los reptiles (pero aun siendo saurópsidos). El taxón tradicional Anapsida es rechazado por ser parafilético. El resultado es este:
En contraste, Rieppel, 1994, 1995; Rieppel & deBraga, 1996; y deBraga & Rieppel, 1997 han afirmado que las tortugas se relacionan cercanamente con Sauropterygia, y por lo tanto son diápsidos. Las afinidades diápsidas de las tortugas han sido apoyadas por la filogenia molecular (por ejemplo Zardoya y Meyer 1998; Iwabe et al., 2004; Roos et al., 2007; Katsu et al., 2010). Esto convertiría a Parareptilia en un clado completamente extinto.
Así, el siguiente cladograma sigue un análisis de M.S. Lee, en 2013:[2]
↑Lee, M. S. Y. (2013). «Turtle origins: Insights from phylogenetic retrofitting and molecular scaffolds». Journal of Evolutionary Biology26 (12): 2729. doi:10.1111/jeb.12268.
↑Schoch, Rainer R.; Sues, Hans-Dieter (24 de junio de 2015). «A Middle Triassic stem-turtle and the evolution of the turtle body plan». Nature. doi:10.1038/nature14472. (requiere suscripción).
↑Cisneros, Juan Carlos; Kammerer, Christian F.; Angielczyk, Kenneth D.; Fröbisch, Jörg; Marsicano, Claudia; Smith, Roger M. H.; Richter, Martha (2021). «A new reptile from the lower Permian of Brazil (Karutia fortunata gen. et sp. nov.) and the interrelationships of Parareptilia». Journal of Systematic Palaeontology18 (23): 1939-1959. doi:10.1080/14772019.2020.1863487.