Los pasos de fauna, ecoductos o puentes verdes son estructuras que permiten a los animales cruzar autopistas o líneas férreas acondicionados con vegetación que permiten conectar hábitats adyacentes a la vía. Pueden incluir túneles; viaductos y puentes (principalmente para animales grandes de rebaño); túneles para anfibios; escaleras para peces; túneles y drenajes (para mamíferos pequeños, como nutrias, erizos y tejones); azoteas verdes (para mariposas y aves)[1] y tendidos de cable o cuerda (para mamíferos arbóreos como monos y ardillas).[2]
Los pasos de fauna son una práctica de conservación de hábitat, que permite las conexiones o reconexiones entre hábitats, combatiendo la fragmentación de hábitat. También ayudan a evitar las colisiones fauna-vehículos, las cuales además de matar o herir a la fauna pueden causar daño y muerte a humanos, así como daños a la propiedad.
En determinadas ocasiones también son instalados para facilitar el tránsito del ganado en régimen extensivo.