El pastel de luna es un dulce chino que se consume tradicionalmente en la Fiesta del Medio Otoño, una de las más importantes de China. Esta fiesta se centra alrededor de la luna, y estos pasteles forman parte de la celebración. Sus orígenes se estiman a partir de la Segunda Era del Imperio Chino. Los sacerdotes solían lanzarlos sobre pequeñas barcas, para de esa forma honrar a los muertos.
Los pasteles de luna típicos son redondos o rectangulares, de unos 10 cm de diámetro y unos 4–5 de espesor. Consisten de un relleno espeso normalmente hecho de pasta de semilla de loto rodeado por una corteza relativamente fina (2–3 mm) y pueden contener yemas de huevos de pato en salazón. Suele comerse en pequeñas porciones acompañado de té chino.