La Paz de Passau[1] o el Tratado de Passau[2] es un tratado ratificado en 1552 por Carlos V,[3] emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, para garantizar la libertad de culto a los protestantes de Alemania.[2]
En el año 1547, Carlos V había ganado la Guerra de Esmalcalda contra los príncipes luteranos.[4] «Muchos príncipes protestantes estaban descontentos con los términos religiosos del Interim de Augsburgo [1548] impuesto tras la derrota. En enero de 1552, liderados por Mauricio de Sajonia, muchos [de ellos] formaron una alianza con Enrique II de Francia en el Tratado de Chambord (1552). A cambio de apoyo financiero francés y asistencia, le prometieron a Enrique» tierras al oeste de Alemania.[2] En la consecuente Guerra de príncipes, Carlos fue llevado fuera de Alemania a Italia por la alianza protestante, mientras que Enrique capturó las fortalezas de Metz, Toul y Verdún.
En agosto de 1552, fatigado por tres décadas de guerra civil religiosa, Carlos garantizó libertades a los luteranos en la Paz de Passau. La implementación del Interim de Augsburgo fue cancelada. Los príncipes protestantes tomados prisioneros durante la Guerra de Esmalcalda, Juan Federico I de Sajonia y Felipe I de Hesse, fueron liberados.[5]
Precursora de la Paz de Augsburgo de septiembre de 1555, la Paz de Passau significó en la práctica la renuncia al empeño de Carlos V por la unidad religiosa europea que había mantenido durante todo su reinado.[6] No obstante, la política religiosa de Carlos había sufrido muchas vicisitudes (Edicto de Worms, 1521, Confesión de Augsburgo, 1530, Paz de Núremberg, 1532, etc.)