Pegmatita | ||
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Muestra de pegmatita procedente de Noruega | ||
Tipo | Ígnea o volcánica | |
Textura | Fanerítica de grano grueso (mayor a 1 cm) | |
Color | Variable, según la composición mineralógica del magma formador | |
La pegmatita es una roca ígnea filoniana que tiene un tamaño de grano muy grueso, superior a 20 mm, incluso en ocasiones con cristales gigantes, de varios metros o miles de toneladas.[1] Las rocas con este tamaño de grano se dice que tienen textura pegmatítica. Pueden aparecer en forma de diques o sills, pero también como masas irregulares dentro de los plutones graníticos.
La mayoría de las pegmatitas son de composición granítica, por tanto suelen estar formadas por cuarzo, feldespato y mica. Las pegmatitas son importantes ya que pueden contener minerales poco frecuentes, algunos de interés industrial o gemológico (piedras preciosas), como pueden ser aguamarina, turmalina, topacio, fluorita y apatito. A veces se encuentran mezclados con minerales compuestos por estaño y wolframio.
La pegmatita se forma cuando el magma está cristalizando y la parte fluida residual se enriquece en compuestos o elementos volátiles, más ligeros, como agua, boro, flúor, cloro o fósforo, que facilitan la cristalización al disminuir la viscosidad del fluido magmático. La diferenciación del fluido también favorece la concentración de elementos raros dispersos en el magma.[1]
Cuando estos depósitos se forman en condiciones de baja presión, se pueden hallar cavidades, denominadas miarolas, que suelen contener cristales bien desarrollados. Esto sucede debido a que en esas cavidades, los cristales pueden crecer libremente sin colisionar con el resto de la roca. Estos cristales bien desarrollados tienen una gran importancia para la industria gemológica como también para coleccionistas.[2]