Se denomina peine dental a una estructura anatómica propia de los primates estrepsirrinos, suborden que incluye a lémures, loris y gálagos. El peine dental consiste en un grupo de dientes largos, planos, ligeramente curvados y parejos,[1] formado por los incisivos y caninos del maxilar inferior.[2]
En los índridos, los lémures babuinos y algunos lémures perezosos la estructura está formada por cuatro dientes, pero consiste en seis dientes en todos los demás lémures (cuatro incisivos y dos caninos), excepto en el peculiar aye-aye, y tan sólo este último, el extinto aye-aye gigante (Daubentonia robusta) y el más grande de los también extintos Mesopropithecus carecen de un peine dental funcional, característico de los estrepsirrinos.[3][4] En el caso del aye-aye, la morfología de los incisivos deciduos, que pierden poco después de nacer, indica que sus antepasados tenían peine dental. Pierden estos dientes de leche poco después del nacimiento,[5] y son remplazados por unos incisivos que crecen continuamente y durante toda su vida.[3]
El primer premolar inferior después del peine dental generalmente es similar a un canino típico.[2] El peine dental de los lémures contiene unos surcos microscópicos que permiten que el peine sea utilizado para el acicalado y ocasionalmente para la búsqueda de alimento.[1]
El primer fósil de estrepsirrino encontrado que contaba con peine dental fue Karanisia clarki, una especie extinguida de loris datado en el Eoceno medio (hace unos 40 Ma) y encontrado en Egipto.[6][7] Este hallazgo, junto con la carencia de fósiles de lémur en Madagascar y África, ha complicado el interrogante sobre los orígenes y diversificación de los lémures.[6]