En la mitología griega, Pelasgo (griego antiguo Πελασγός, Pelasgós) fue un héroe, ancestro epónimo de los pelasgos del Peloponeso.[1][2] Pausanias dice que los arcadios de su época aseveraban que Pelasgo fue el primer poblador de Arcadia,[3] y que en su reinado la región recibió el nombre de Pelasgia.[4] Pausanias arguye que si habiendo sido el primer habitante de Arcadia no hubiera habido otros habitantes con él, no habría existido gente para elegirle rey y sobre la que reinar.[3] En su opinión, Pelasgo fue elegido rey porque descollaba física e intelectualmente sobre los demás habitantes.[3] Incluso algunos dicen que Pelasgo, uno de los autóctonos y primeros hombres en nacer, fue anterior a la Luna.[5]
En las fuentes antiguas se recogen otras tradiciones sobre su origen: Pseudo-Apolodoro da dos versiones: según el historiador y mitógrafo argivo Acusilao era hijo de Zeus y de Níobe, hija de Foroneo.[1][6][7][8] Según Hesíodo era autóctono, es decir, «de allí, nacido o surgido de la propia tierra».[1][6] Pausanias proporciona la de los versos del poeta Asio de Samos: «A Pelasgo..., la negra tierra hizo surgir, para que existiera la raza de los mortales».[9] Licaón fue hijo de Pelasgo[10][11] y de la oceánide Melibea,[6] o según otros de la oréade Cilene[6] o bien de Deyanira, con la que fue padre de Témeno, quien crio a Hera.[12][13]
Siendo ya rey enseñó a los primeros habitantes cómo guarecerse del frío, a construir chozas, a tejer vestidos de lana y a alimentarse de los frutos, especialmente de las bellotas de roble (alimento por el que eran reconocidos los arcadios).[14]