El permafrost,[1] permahielo, gelisuelo,[2] permagel o permacongelamiento[3][4] es la capa de suelo congelado permanentemente —pero no cubierto permanentemente de hielo o nieve— de las regiones muy frías o periglaciares, como la tundra. Puede encontrarse en áreas circumpolares de Canadá, Alaska, Groenlandia, Siberia, Tíbet, Noruega y en varias islas del océano Atlántico sur como las islas Georgias del Sur y las islas Sandwich del Sur.[cita requerida]
Según la Asociación Internacional de Permafrost (International Permafrost Association, IPA), el permafrost se define como suelo, roca o sedimentos que permanecen a una temperatura inferior a 0 °C durante al menos dos años consecutivos. Esta definición no limita la presencia del permafrost a áreas sin cobertura de hielo o nieve,[5]
El permafrost también puede encontrarse bajo capas de hielo o nieve permanentes, como en ciertas regiones de la Antártida. (Harada, K., et al. (2000). Permafrost beneath Antarctic ice sheets.) (Christoffersen, P., et al. (2006). Basal conditions beneath Antarctic ice streams.)
Durante cientos de miles de años, el permafrost del Ártico[6] ha acumulado grandes reservas de carbono orgánico (se estima que de 1,4 a 1,85 billones de toneladas métricas). Los pronósticos predicen una disminución en las áreas congeladas perennemente debido al aumento del calentamiento global.[7][8] Cuando el permafrost se descongela, se libera dióxido de carbono[9] y metano.[10] También permite el resurgimiento de virus y bacterias desconocidos que pasaron decenas de miles de años congelados así como subproductos de combustibles fósiles y productos químicos como el DDT, que actualmente se encuentra prohibidos por los daños a la salud y al ambiente.[11]
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incorrecta con autorreferencia (ayuda). Wikipedia, la enciclopedia libre. 8 de mayo de 2022. Consultado el 25 de mayo de 2022.