Los personajes fantasmas o invisibles son un recurso narrativo. En la ficción televisiva y en el teatro a veces se recurre a la inclusión de personajes –los cuales mantienen o mantuvieron una relación frecuente con otros o tienen alguna influencia en el desarrollo del argumento– a los que no se ve ni se oye y a los que el público solo conoce a través de las descripciones de otros personajes, aunque hay excepciones en las que un personaje fantasma si puede ser visto pero más adelante en la trama y después de haber sido solo mencionado por un largo período de tiempo.[1][2] Los personajes fantasma pueden estar vivos o muertos. A menudo se convierten o están concebidos como broma recurrente. Los dramas radiofónicos presentan también personajes que no hablan, así como la literatura presenta personajes de los que solo se dan referencias. Aunque se utilizan personajes fantasma en todo tipo de ficción, es en las comedias televisivas en donde son más frecuentes, dado que la continuidad de estos programas resulta ser muy adecuada para añadir matices.
Se pueden distinguir distintos grados de "invisibilidad". En su forma más completa, el personaje solo es mencionado y nunca visto u oído (aunque a veces se mantiene un diálogo con él fuera de cámara). Dado que los personajes fantasma solo pueden ser concebidos a través de los testimonios del reparto visible, a menudo se utilizan como objeto de exageración: generalmente el personaje fantasma mantiene hábitos ridículos o hace cosas extravagantes o simplemente imposibles. En una forma menos pura, el personaje fantasma habla sin ser visto o es visto solo en parte mediante planos detalles pero no habla (es decir: mostrando su cuerpo pero ocultando su rostro o viceversa, mostrando su cuerpo solo de la cintura arriba o abajo o simplemente mostrándonse como una silueta sombreada).[3] Es frecuente en los cómics y dibujos animados que los adultos aparezcan representados únicamente de la cintura para abajo para acentuar la perspectiva de los protagonistas infantiles. Por otra parte, se puede decir que en la ficción Dios es un claro ejemplo de lo que significa un personaje fantasma, puesto que se habla de él, pero ninguno tiene un contacto directo con él, a excepción de algunas veces, en donde se le escucha la voz, se le ve su silueta o incluso aparece de cuerpo completo, como el que aparece en la serie Los Simpson o como el que aparece en las películas El Todo Poderoso y El Regreso del Todo Poderoso.