La pintura renacentista de Italia es la pintura del período que comenzó a finales del siglo XIII. Floreció desde principios del siglo XV hasta las postrimerías del siglo XVI en la península itálica, en aquella época dividida en muchos estados, algunos independientes y otros controlados por poderes exteriores. Los pintores de la Italia renacentista, si bien solían estar ligados a una corte, y eran leales a una ciudad en particular, recorrían Italia, ostentando un estatus diplomático, difundiendo ideas artísticas y filosóficas.[1]
La ciudad de Florencia en la Toscana se considera el lugar de surgimiento del Renacimiento, en particular, la pintura renacentista, aunque al final de esa época Roma y Venecia cobraban cada vez mayor importancia en lo referente a la pintura.
La pintura renacentista italiana se divide habitualmente en cuatro períodos: Proto-renacimiento (1300-1425), Renacimiento temprano (1425-1495), Alto Renacimiento (1495-1520) y Manierismo (1520-1600). Estas fechas son aproximadas, ya que no todos los periodos de vida o creación de los pintores encajan exactamente en estas franjas temporales.
El proto-renacimiento comienza con la vida profesional del pintor Giotto e incluye a Taddeo Gaddi, Orcagna y Altichiero. El Renacimiento Temprano se inició con el trabajo de Masaccio y posteriormente desarrollado por Fra Angelico, Paolo Uccello, Piero della Francesca, Sandro Botticelli, Verrocchio, Domenico Ghirlandaio y Giovanni Bellini. En el Alto Renacimiento destacan Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Andrea del Sarto, Correggio, Giorgione, las obras tardías de Giovanni Bellini y Tiziano. El período Manierista incluye las obras tardías de Miguel Ángel así como a Pontormo, Parmigianino, Bronzino y Tintoretto.