Las pirazolonas son un grupo de medicamentos que se emplean principalmente como analgésicos y antipiréticos, es decir para el tratamiento del dolor y la fiebre. Ejemplos de ellos son el metamizol o dipirona (el más popular), propifenazona, fenilbutazona y oxifenbutazona. Estos medicamentos se han retirado del mercado en varios países por provocar agranulocitosis y anemia aplásica, efectos secundarios graves, pero de aparición muy infrecuente.[1]