Los pixies (también llamados pizkies, pigsies, etc. en partes de Cornualles y Devon) son unas criaturas del folclore británico. Se especula que los pixies se concentran particularmente en las áreas de Dartmoor alrededor de los condados Devon[1] y Cornualles,[2] lo que sugiere cierto origen celta, de la creencia y del nombre.
Al igual que los Aes Side (también escrito como Aos Sidhe) de Irlanda y Escocia, se cree que los pixies habitan sitios subterráneos ancestrales como los crómlechs, túmulos, dólmenes, ringforts o menhires.[3] En la tradición regional tradicional, los pixies son generalmente benignos, traviesos, de baja estatura e infantiles; les gusta bailar y luchar al aire libre, que realizan durante la noche.
En la era moderna, generalmente se los suele representar con orejas puntiagudas, a menudo vistiendo con vestimentas verdes y un sombrero puntiagudo. Las historias tradicionales los describen vistiendo bultos de harapos sucios y andrajosos, que descartan como regalos que contienen ropa nueva.[4] En otras representaciones, sus ojos se describen muy almendrados apuntando hacia arriba en el extremo exterior. Estas, sin embargo, son convenciones surgidas durante la época victoriana y no forman parte de la mitología más antigua.[cita requerida]