El platino es un elemento químico de número atómico 78, situado en el grupo 10 de la tabla periódica de los elementos. Su símbolo es Pt. Se trata de un metal de transición blanco grisáceo, precioso, pesado, maleable y dúctil. Es resistente a la corrosión y se encuentra en distintos minerales, frecuentemente junto con níquel y cobre; también se puede encontrar como metal. Se emplea en joyería, equipamiento de laboratorio, contactos eléctricos, empastes y catalizadores de automóviles.
El platino pertenece al grupo del platino de los elementos y al grupo 10 de la tabla periódica de los elementos. Tiene seis isótopos naturales. Es uno de los elementos más raros en la corteza terrestre, con una abundancia media de aproximadamente 5 μg/kg. Se encuentra en algunos minerales de níquel y cobre junto con algunos yacimientos de nativos, principalmente en Sudáfrica, que representa el ~80 % de la producción mundial. Debido a su escasez en la corteza terrestre, sólo se producen unos pocos cientos de tonelada al año y, dados sus importantes usos, es muy valioso y constituye una de las principales materias primas de metales preciosos.[1]
El platino es uno de los metales menos reactivos. Presenta una notable resistencia a la corrosión, incluso a altas temperaturas, por lo que se considera un metal noble. En consecuencia, el platino se encuentra a menudo sin combinar químicamente como platino nativo. Dado que se encuentra de forma natural en el arena aluvial de diversos ríos, fue utilizado por primera vez por los nativos sudamericanos precolombinos para producir artefactos. Ya en el siglo XVI se mencionaba en escritos europeos, pero no fue hasta que Antonio de Ulloa publicó en 1748 un informe sobre un nuevo metal de origen colombiano que comenzó a ser investigado por los científicos.
El platino se utiliza en convertidores catalíticos, equipos de laboratorio, contactos eléctricos y electrodos, termómetros de resistencia de platino, equipos de odontología y joyería. El platino se utiliza en la industria del vidrio[2] para manipular el vidrio fundido, que no «moja» el platino. Como metal pesado, provoca problemas de salud al exponerse a su sal; pero debido a su resistencia a la corrosión, el platino metálico no se ha relacionado con efectos adversos para la salud.[3] Los compuestos que contienen platino, como cisplatino, oxaliplatino y carboplatino, se aplican en quimioterapia contra ciertos tipos de cáncer. [4]
El platino puro es actualmente menos caro que el oro puro, habiéndolo sido ininterrumpidamente desde 2015, pero ha sido dos veces más caro o más, sobre todo antes de 2008.[5] A principios de 2021, el valor del platino oscilaba entre 1055 y 1320 dólares por onza troy.[6].
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(ayuda), consultado el 22 de septiembre de 2024.