Un poni,[1] póney[2] (esta segunda manera menos usada y por ello no recomendada por la Real Academia Española)[3] (ambas tomadas de pony en inglés o poney en francés, probablemente todas ellas derivadas de la palabra francesa poulenet, diminutivo de poulain, ‘potro’, a su vez al del francés antiguo pulain, y quizá a su vez del latín medieval pullamen, ‘animal joven’, derivada del latín clásico pullus,[4] o jaca)[5] es una raza de caballos originaria de Inglaterra, caracterizados por medir unos 150 cm de altura máxima hasta la cruz y tener un peso medio de 100 kg.
Los ponis son rústicos y resistentes, con formas más o menos masivas, perfil recto y orejas triangulares en lugar de dirigidas hacia dentro como los caballos de mayor alzada.[6] Las razas más puras y primitivas conservan caracteres de los equinos primitivos, como rayas a lo largo del lomo o, incluso, en las patas, hocico harinoso, crines tupidas y semienhiestas y mucho carácter, lo que compensa su falta de alzada con otras razas de caballos. Se sabe que los antepasados de los actuales caballos eran aproximadamente de esta alzada y, a medida que se fueron domesticando, ganaron mayor altura a consecuencia de la selección humana.[7]