Los postulados de Koch (o postulados de Henle-Koch[1][2]) fueron formulados por Robert Koch, como una lista de requerimientos muy estrictos para poder validar la existencia de un microorganismo y una enfermedad. Esos postulados fueron formulados en 1884 para establecer la etiología de la tuberculosis, y luego fueron redefinidos y publicados por Koch en 1890.
Utilizados para confirmar el papel etiológico de un microorganismo en otras enfermedades, esos postulados fueron modificados a lo largo del siglo XX de acuerdo con el estado del conocimiento, los problemas encontrados y la aparición de nuevas técnicas. Desde la década de 1980, los postulados han tenido una adaptación basada en técnicas moleculares.