Protestas en Georgia de 1956 | ||
---|---|---|
Localización | ||
País | Unión Soviética | |
Localidad | Tiflis | |
Lugar | República Socialista Soviética de Georgia | |
Datos generales | ||
Tipo | Manifestación | |
Ámbito | Local | |
Suceso | ||
Causa |
| |
Objetivo |
| |
Histórico | ||
Fecha | 4 de marzo de 1956-10 de marzo de 1956 | |
Desenlace | ||
Muertos | 22 | |
Heridos | 47 | |
Arrestados | 200 | |
Resultado |
| |
Las protestas en Georgia de 1956, en ese tiempo República Socialista Soviética de Georgia, fueron una serie de protestas contra la política de desestalinización de Nikita Jrushchov, que conmocionó a los partidarios georgianos del estalinismo. El centro de las protestas fue la capital de la república, Tiflis, donde las manifestaciones espontáneas para conmemorar el tercer aniversario de la muerte de Stalin y para protestar por la denuncia de Jruschov hacia Stalin se convirtieron rápidamente en una manifestación masiva incontrolable y disturbios que paralizaron la ciudad. Pronto, aparecieron demandas políticas como el cambio de gobierno central en Moscú y los llamados a la independencia de Georgia de la Unión Soviética.[1]
Las autoridades georgianas locales pasaron la responsabilidad al ejército soviético. Más tarde, el 9 de marzo, las tropas desplegadas en la ciudad abrieron fuego contra los estudiantes que formaban piquetes en los edificios gubernamentales en lo que la versión oficial soviética consideraba "un acto de autodefensa".[2] Las agitadas multitudes continuaron resistiendo el 10 de marzo, pero finalmente fueron dispersadas por los tanques. Las estimaciones del número de víctimas oscilan entre varias docenas o cientos.[3][4]
A pesar de la pronta pacificación, los acontecimientos de 1956 marcaron un punto de inflexión después del cual la lealtad de Georgia a la Unión Soviética se vio gravemente comprometida y la consolidación de la nación se intensificó.[4] En opinión del historiador Ronald Grigor Suny, "la rápida y brutal respuesta del gobierno soviético ilustró crudamente su incapacidad para resolver el dilema de cuánto cambiar el sistema soviético y cuánto preservar el autoritarismo de Stalin. La confusión del gobierno en Tiflis fue una señal sangrienta de que la reforma iba a ser limitada por la determinación del partido de preservar su monopolio esencial del poder".[3]