Protocolo de Kioto | ||
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![]() Posición de los diversos países en 2012 respecto del Protocolo de Kioto.[1] Firmado y ratificado (Anexo I y II). Firmado y ratificado. Firmado pero con ratificación rechazada. Abandonó. No posicionado. | ||
Firmado |
11 de diciembre de 1997 Kioto, Japón | |
Vigencia | 16 de febrero de 2005 | |
Condición | Ratificación de al menos 55 Estados a la Convención | |
Expiración | En vigor (primer período de compromiso expirado el 31 de diciembre de 2012) | |
Firmantes | 84 | |
Partes | 192 (Unión Europea, Islas Cook, Niue y todos los Estados miembros de la ONU, excepto Andorra, Canadá, Sudán del Sur y Estados Unidos) | |
Depositario | Secretario general de las Naciones Unidas | |
Idiomas | Árabe, mandarín, inglés, francés, ruso y español | |
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El Protocolo de Kioto[2] es un protocolo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), y un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero (GEI).[3] Este documento comprometió a los países industrializados signatarios a estabilizar las emisiones de GEI, y la Convención por su parte ha alentado a los países a hacerlo. Estructurado en función de los principios de la Convención, el protocolo establece metas vinculantes de reducción de las emisiones para 37 países y la Unión Europea (UE), reconociendo implícitamente que, en 1997, eran los principales responsables de los elevados niveles de emisiones de GEI en la atmósfera.[4]
El protocolo fue adoptado el 11 de diciembre de 1997 en Kioto, Japón, pero no entró en vigor hasta el 16 de febrero de 2005. En noviembre de 2009 eran 187 los Estados que lo habían ratificado.[5] En el protocolo se acordó una reducción de al menos un 5 %, de las emisiones de estos gases en 2008-2012 en comparación con las emisiones de 1990. No obstante, el período de compromiso del Protocolo se amplió hasta el 2020.[6]
Como parte de la CMNUCC —suscrita en 1992 dentro de lo que se conoció como la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro— el protocolo vino a dar fuerza vinculante a lo que en ese entonces esta no pudo hacer. Sin embargo, solo las Partes en la Convención que sean también Partes en el Protocolo (es decir, que lo ratifiquen) se ven obligadas por los compromisos del Protocolo.[4] En general el compromiso fue considerado como primer paso hacia un régimen mundial de reducción y estabilización de las emisiones de GEI, y proporcionó la arquitectura de base para cualquier acuerdo internacional sobre el cambio climático que se firme en el futuro.[4]
El Protocolo ha impulsado a varios gobiernos a establecer leyes y políticas para cumplir sus compromisos, a las empresas a tener en cuenta el medio ambiente a la hora de tomar decisiones sobre sus inversiones, y además ha propiciado la creación de los bonos de carbono.[7]
Los GEI —que causan el calentamiento global— son el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el óxido nitroso (N2O), y los otros tres son tipos de gases industriales fluorados: los hidrofluorocarbonos (HFC), los perfluorocarbonos (PFC) y el hexafluoruro de azufre (SF6).[8]