En política y economía, un pueblo Potemkin es cualquier construcción (literal o figurativa) cuyo único propósito es proporcionar una fachada externa a un país al que le va mal, haciendo que la gente crea que al país le va mejor. El término proviene de las historias de una aldea portátil falsa construida únicamente para impresionar a la emperatriz Catalina II por su antiguo amante Gregorio Potemkin, durante su viaje a Crimea en 1787. Si bien los historiadores modernos afirman que los relatos de esta aldea portátil son exagerados, la historia original era que Potemkin erigió asentamientos portátiles falsos a lo largo de las orillas del río Dniéper para impresionar a la emperatriz rusa; las estructuras se desmontarían después de que ella pasara, y se volverían a montar a lo largo de su ruta para ser vistas nuevamente como si fuera otro ejemplo. El término es una traducción del ruso: потёмкинские деревни (IPA: / pɐˈtʲɵmkʲɪnskʲɪɪ dʲɪˈrʲɛvnʲɪ /; romanización: potyómkinskiye derévni).[cita requerida]