Una puerta falsa es un elemento arquitectónico existente en las tumbas del Antiguo Egipto. Los egipcios creían que la falsa puerta era un umbral entre el mundo de los vivos y el de los muertos, y que a través de ella una deidad o el espíritu del fallecido podían entrar y salir.[1] La puerta falsa suele ser el punto principal de la cámara de ofrendas de una tumba, donde los miembros de la familia podían colocar obsequios para el difunto en una losa especial situada delante de la puerta.[2]
La mayoría de las puertas falsas se encuentran en la pared oeste de la capilla funeraria o cámara de las ofrendas porque los egipcios asociaban al oeste con la tierra de los muertos. En muchos mastabas, tanto el marido como la esposa tenían su propia puerta falsa.