El Quickstep (más o menos en español paso rápido) es un estilo alegre de los bailes de salón estándar. El movimiento de la danza fluye de manera rápida y poderosa y está salpicado de síncopas, los bailarines se mueven rápidamente por la pista realizando carreras, pases y bloqueos, todo ello aparentando ser ligeros como el aire. Las melodías optimistas del Quickstep se bailan para que sea adecuado tanto para eventos formales como informales. El Quickstep se desarrolló en los años veinte en Nueva York y fue bailado por primera vez por bailarines del Caribe y África. Sus orígenes están en la combinación del Foxtrot lento combinado con el Charlestón, Shag, One-Step y Peabody; una danza que fue uno de los precursores de lo que hoy se llama el baile Swing.
Hacia 1920, el Foxtrot se bailaba bastante rápido, y se añadieron las patadas y saltos del Charleston y el Shag, junto con carreras y bloqueos. Posteriormente, el Foxtrot se ralentizó y se convirtió en el Foxtrot "lento", mientras que la versión más rápida pasó a ser el Quickstep. Aunque el baile de salón moderno hace hincapié en los saltos, las patadas y los brincos, éstos se reducen al mínimo en el Round Dancing.
El Quickstep es un ritmo dinámico y enérgico en el que los bailarines se mueven ligera y libremente sobre sus pies. El Quickstep se caracteriza por un movimiento de vaivén que sube y baja a un ritmo rápido.
La música utilizada para el Quickstep incluye Big Band o Ragtime, melodías de espectáculos, jazz o swing y a menudo incluye síncopas. La música es de compás 4/4 (cuatro tiempos por compás), normalmente con el primer y el tercer tiempo acentuados. Se suele bailar más despacio en el Round Dancing que en el baile de salón moderno, donde la música se toca a un tempo de 48-52 compases por minuto.