La realidad social es distinta de la realidad biológica o de la realidad cognitiva individual,[1] ya que representa un nivel fenomenológico creado a través de la interacción social y, por lo tanto, trasciende los motivos y acciones individuales. [2] Como producto del diálogo humano, se puede considerar que la realidad social consiste en los principios sociales aceptados de una comunidad, lo que implica leyes y representaciones sociales relativamente estables.[3] El constructivismo radical describiría cautelosamente la realidad social como producto de uniformidades entre observadores (incluyendo o no al propio observador actual).[4]