Las llamadas guerras del Rough Wooing (conocidas en español como la guerra del cortejo duro, cortejo brutal[1] o cortejo a la inglesa[2]) se refiere a los dos periodos de conflicto, de 1543-46 y de 1547-50,[3] entre los reinos de Inglaterra y Escocia en el contexto de las guerras de independencia de Escocia, estos a su vez enmarcados en las guerras anglo-escocesas libradas desde principios del siglo XIV hasta finales del XVI.
Aunque las causas fueron varias, incluyendo el intento del rey Enrique VIII de Inglaterra de poner fin al Auld Alliance ('Antigua Alianza'), el acuerdo firmado en 1295 entre Escocia y Francia,[4] y de cubrir su retaguardia ante su conflicto con Francia,[5] el desencadenante fue el hecho de que, a finales de 1543,[6] el parlamento escocés había rechazado el Tratado de Greenwich, mediante el cual el rey Enrique pretendía unir las dos coronas con un matrimonio entre su hijo, el príncipe de Gales, futuro rey Eduardo VI y la futura reina María I de Escocia (recién nacida en la fecha del tratado).[2]
Las fuerzas inglesas llevaron a cabo cuatro importantes invasiones de Escocia durante la década[3] comenzando con el saqueo de Edimburgo en mayo de 1544,[2] seguida por otra invasión en septiembre de 1545. Tras el fallecimiento del rey Enrique en enero de 1547, Edward Seymour, I duque de Somerset fue nombrado lord Protector[7] para la regencia de su sobrino, el rey Eduardo.
El duque, quien había estado al mando de las tropas inglesas en el saqueo de Edimburgo,[7] optó por continuar la guerra con Escocia y en septiembre de 1547 estuvo al mando de las tropas inglesas que obtuvieron una victoria decisiva en batalla de Pinkie Cleugh.[8]
En agosto de 1548, otra fuerza numerosa de tropas inglesas logró levantar el asedio de Haddington (Haddington). Durante este periodo, los ingleses también construyeron varias fortalezas desde donde lanzaron numerosos ataques a menor escala por toda la frontera entre los dos reinos.
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