El sabotaje de Tarnac tuvo lugar la noche del 7 al 8 de noviembre de 2008 en la localidad francesa de Tarnac. Según la instrucción del caso, Julien Coupat y su pareja dieron un paseo en coche y jugaron al gato y al ratón con los coches de policía que les seguían. Su viaje incluyó una parada de veinte minutos en Dhuisy, en el departamento de Seine-et-Marne, según sus declaraciones para tener una sesión de sexo en el vehículo. El coche estaba aparcado cerca de una catenaria del tren de alta velocidad (TGV) en la que se realizaban trabajos de montaje. Como resultado del sabotaje, se paralizó la red de trenes TGV.
El 11 de noviembre, miembros de la Gendarmería registraron la granja en Tarnac donde Coupat vivía y arrestaron a nueve residentes, supuestamente en relación con el sabotaje de la red ferroviaria. Cuatro de los nueve fueron liberados el 15 de noviembre, bajo supervisión judicial. Tres más fueron puestos en libertad el 2 de diciembre, y el penúltimo, Levy, en enero de 2009. Coupat permaneció en prisión hasta el 28 de mayo de 2009, cuando fue puesto en libertad bajo fianza, con instrucciones de permanecer en la región de París y sin ningún contacto con los otros ocho arrestados.[1] Las personas arrestadas fueron acusadas por la ministra del Interior Michèle Alliot-Marie de pertenecer a un grupúsculo « de extrema izquierda, anarco-autónomo[2] ». Thierry Fragnoli fue el juez encargado del caso.