El salafismo (en árabe: السلفية, romanizado: al-Salafiyya), también conocido como el movimiento salafista, es un movimiento suní e islamista, catalogado como extremista,[1] de carácter reformista[2] y ultraconservador[3] que surgió en la península arábiga durante la primera mitad del siglo XIX y que defiende un retorno a las tradiciones de los «predecesores piadosos» (salaf). El término «salaf» se corresponde con la obra de los principales estudiosos del islam de la época inmediatamente posterior a la muerte del profeta Mahoma, específicamente las tres primeras generaciones de musulmanes: el profeta Mahoma y sus compañeros, luego los Tabi'in y finalmente los Tabi' al-Tabi'in, de quienes se cree ejemplifican la forma pura del islam.[4] En la práctica, los salafíes afirman que se apoyan en el corán, la sunna y la iyma (consenso) de los salaf, dando a estos escritos precedencia sobre lo que afirman son «interpretaciones religiosas posteriores».[5]Los salafistas hacen una lectura literalista y ortodoxa de los textos fundadores del islam, el Corán y la Sunna, y consideran que su interpretación es la única interpretación legítima. Rechazan la imitación (taqlid) de las escuelas jurídicas medievales, las tendencias esotéricas y las innovaciones (bida'h) para evitar interpretaciones del Corán.
Cabe distinguir el término salafismo tal y como se utiliza hoy en día del salafismo modernista, un movimiento de reforma elaborado principalmente por figuras reformistas como Jamal al-Din al-Afghani, Muhammad Abduh y Rashid Rida entre principios del siglo XIX y principios del siglo XX en el contexto de modernización de Egipto. Este salafismo modernista tenía como propósito el retorno al enfoque que caracterizaba el de los orígenes del islam, antes de que se esclerosara con las escuelas de jurisprudencia.[6]Para finales del siglo XX, el término salafiyya empezó a ser aplicado también a movimientos extremistas que abogaban por una yihad violenta contra regímenes y órdenes sociales existentes musulmanes y no musulmanes que no se adhirieran a una comprensión rígida y literalista del corán y de la sunna.
Históricamente, el salafismo hunde sus raíces en el movimiento tradicionalista de Ahl-el hadith entre los siglos VIII y IX y en el hanbalismo. El credo salafista es producto del aporte de teólogos como Ibn Hanbal, Ibn Taymiyya y Muhammad Abd el-Wahab, considerados como los padres fundadores del salafismo. Hoy, el salasfismo contemporáneo como movimiento activo y proteiforme evoca tres corrientes principales: quietista, político y revolucionario.