Salida de las aguas

Tiktaalik roseae, vertebrado con miembro carnos «saliendo» incompletamente de las aguas. La aleta pectoral de este pez óseo tiene un autopodo endoesquelético bien desarrollado, con varias series de huesos que podrían representar el comienzo de la diferenciación de los dedos.[1]

En la historia evolutiva de los seres vivos, la salida de las aguas, también llamada conquista de los continentes, conquista de las tierras o terrestrificación (término preferible),[2]​ corresponde a la adaptación progresiva, durante el Arcaico por las bacterias y durante el Paleozoico, por la flora y luego la fauna, hasta aquí esencialmente marinas, a un modo de vida terrestre. Las extinciones del Ordovícico-Silúrico y la del Devónico estuvieron marcadas notablemente por importantes crisis biológicas que empobrecieron la vida marina y favorecieron la conquista de las tierras emergidas por las plantas clorofílicas y varios grandes grupos de animales, principalmente los moluscos, los artrópodos y los vertebrados Esta conquista por las primeras formas vegetales habría tenido lugar en el Cámbrico hace alrededor de 500 millones de años, por las primeras plantas vasculares en el límite Ordovícico-Silúrico (445 millones de años),[3]​ y por las formas animales terrestres —artrópodos, vertebrados entre otros— alrededor de 430 millones de años.[4]​ Muchas adaptaciones se desarrollaron, tanto por los vegetales como por los animales, el paso de la vida acuática a la vida terrestre y a la respiración aérea representan un salto macroevolutivo importante en la historia de los organismos vivos.[5]​ De hecho, este proceso se repite y ocurre independientemente durante la historia de los seres vivos, ya sea por los organismos unicelulares, los hongos, las plantas, los invertebrados o los vertebrados. Por lo tanto, no se debería hablar de una sino de varias salidas de las aguas.[6]

Finalmente, este mito de la salida única del agua tiende a enmascarar el hecho de que ha habido muchos «retornos al agua». Entre los vertebrados tetrápodos que han regresado al agua secundariamente se encuentran las tortugas, ictiosaurios, los plesiosaurios, los mosasaurios, los cocodrilos, algunos escamosos (serpientes marinas, varias iguanas) y cuatro líneas de mamíferos (cetáceos, sirenias, Pinnípedos y Lutrinae).[7]

  1. Estos huesos llamados radiales, están dispuestos en tres filas transversales y se segmentan, proceso que podría estar en el origen de los metacarpianos y las falanges. Según N. H. Shubin & P. Alberch (1986). «A morphogenetic approach to the origin and basic organization of the tetrapod limb». Evolutionary Biology (en inglés) 20 (1): 319-387. .
  2. Terrestrificación es un término menos antropomorfizante, el de conquista o franqueo sobrentiende un cierto derecho en relación al medio acuoso original y una cierta falla de los organismos que permanecieron en el agua. Esta expresión también corresponde a una visión finalista, como si los seres vivos tuvieran la voluntad de abandonar el agua, mientras que es el agua la que se retira por razones climáticas o geológicas. (Véase Sébastien Steyer, La Terre avant les dinosaures, Belin, 2009, p. 7 ). Además, la mayoría de los vertebrados son acuáticos: con 25 000 especies conocidas —100 descritas cada año— y aproximadamente el mismo número aún desconocido, los peces son el grupo más grande de vertebradoss ((en inglés) Véase: Quentin Bone, Richard Moore, Biology of Fishes, Taylor & Francis, 2008, p. 1 ). Finalmente, en términos de fisiología, este franqueo es muy incompleto, los animales y plantas terrestres no están completamente «salidos de las agua» con un cuerpo compuesto principalmente de agua. Sin embargo, el uso de expresiones antropomorfizantes por parte de los científicos puede ser útil según el botánico Lucien Baillaud quien escribe:
    No desprecies el antropomorfismo si nos ayuda a expresarnos
    Ne méprisons pas l'anthropomorphisme s'il nous aide à nous exprimer
    . Véase: Lucien Baillaud (2007). «La végétalité : un réseau de déterminismes reliant structure, biologie et milieu de vie dans le deuxième royaume de la nature». Acta Botanica Gallica 154 (2): 153-201. .
  3. Jennifer L. Morris, Mark N. Puttick, James W. Clark, Dianne Edwards, Paul Kenrick, Silvia Pressel, Charles H. Wellman, Ziheng Yang, Harald Schneider & Philip C. J. Donoghue (20 février 2018). «The timescale of early land plant evolution». PNAS (en inglés). doi:10.1073/pnas.1719588115. .
  4. El descubrimiento en 2004 de un ciempiés, Pneumodesmus newmani, datado en 442 millones de años, corresponde a uno de los artrópodos terrestres más antiguos conocidos. Véase, Heather M. Wilson & Lyall I. Anderson (2004). «Morphology and taxonomy of Paleozoic millipedes (Diplopoda: Chilognatha: Archipolypoda) from Scotland». Journal of Paleontology (en inglés) 78 (1): 169-184. doi:10.1666/0022-3360(2004)078<0169:MATOPM>2.0.CO;2. 
  5. Gilles Bœuf (mayo de 2011). «Marine biodiversity characteristics». Comptes Rendus Biologies (en inglés) 334 (5-6): 435-440. doi:10.1371/journal.pone.0066906. .
  6. Du Silurien au Dévonien : les sorties des eaux, dossier CNRS
  7. Guillaume Lecointre (2014). [Salida de las aguas en Google Libros L'évolution, question d'actualité ?] |url= incorrecta (ayuda). éditions Quae. p. 79. 

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