Los santos populares son personas muertas cuyos espíritus son venerados como santos, pero no reconocidos por la religión establecida. En general se trata de análogos a los santos católicos y ortodoxos aunque no han sido canonizados. Se consideran intercesores ante Dios, de manera similar a como lo entienden las religiones, las cuales, por lo general, rechazan su veneración y en ocasiones la condenan.
Los santos populares son parte de la cultura cristiana, especialmente católica y ortodoxa, pero están presentes en otras tradiciones religiosas como el judaísmo, el islam,[1] el hinduismo y el budismo.
Entre estos seres aparecen personas de gran virtud, algunas de las cuales han sido canonizadas posteriormente, y también aquellas que han sufrido injusticias o han muerto de manera particularmente cruel. Muchos sanadores, videntes e incluso héroes populares son venerados también como santos, además de personificaciones del mundo espiritual veneradas por las culturas indígenas y precristianas.