La Soyuz 7K-L1 fue una nave espacial soviética diseñada por Sergéi Koroliov, derivada de la Soyuz 7K-OK y que fue pensada para ser lanzada por un cohete Proton y realizar misiones circumlunares tripuladas, aunque ningún cosmonauta llegó a volar en ella realmente. No se demostró que la nave fuese lo suficientemente segura hasta agosto de 1969, un mes después de la llegada del Apolo 11 a la Luna. El proyecto fue cancelado en 1970.
Los cambios hechos a la Soyuz 7K-OK para convertirla en la 7K-L1 consistieron básicamente en la eliminación del módulo frontal de habitación y del paracaídas de reserva para añadir una escotilla en uno de los laterales de la cápsula de reentrada. Se añadieron sistemas para navegación interplanetaria y se mejoró la potencia del sistema de escape para el lanzamiento (también denominado SAS).