Una space opera (traducido ocasionalmente por diferentes fuentes como aventura espacial,[1] épica espacial, epopeya espacial,[2] novela espacial, ópera espacial[3][4] y opereta espacial) es un subgénero de la ciencia ficción donde se relatan historias acerca de aventuras tratadas de forma futurista, tecnológica y en ocasiones romántica y que en la mayor parte de los casos tienen lugar en el espacio. Se puede considerar la space opera como la continuación natural de las novelas de aventuras sobre escenarios propios de la ciencia ficción. Los personajes suelen pertenecer al arquetipo héroe-villano, y los argumentos típicos tratan sobre viajes estelares, batallas, imperios galácticos, con ambientes exhibiendo vistosos logros tecnológicos.[5][6][7][8]
En la space opera se hace hincapié en la guerra espacial de ciencia ficción, con el uso de aventuras espaciales melodramáticas y arriesgadas y romance caballeresco. Ambientadas en su mayor parte o en su totalidad en el espacio exterior, muestran avances tecnológicos y sociales (o la falta de ellos) con viajes más rápidos que la luz, armas futuristas y tecnología sofisticada, en un trasfondo de imperios galácticos y guerras interestelares con alienígenas ficticios, a menudo en galaxias ficticias. El término no tiene relación con la música de ópera, sino que es un juego de palabras con los términos en inglés soap opera, una telenovela melodramática, y horse opera ("ópera de caballos"),[9] que se acuñó en la década de 1930 para referirse a películas de vaqueros cliché y predecibles. Las óperas espaciales surgieron en los años 30 y siguen produciéndose en la literatura, el cine, los cómics, la televisión y los videojuegos.
Una de las primeras películas basadas en tiras cómicas de space opera fue Flash Gordon (1936), creada por Alex Raymond.[10]Perry Rhodan (1961-) es la serie de libros de space opera de mayor éxito jamás escrita.[11][12] Las películas de Star Wars (1977-), de George Lucas, y la serie de televisión Star Trek (1966-), de Gene Roddenberry, atrajeron una gran atención hacia el subgénero.[13] Tras la "nueva ola" que rompió las convenciones, seguida del enorme éxito de las franquicias, la space opera volvió a ser un subgénero aceptado por la crítica. Entre 1982 y 2002, el Premio Hugo a la Mejor Novela se concedió a menudo a candidatos de space opera.[14]
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