El término spaniel se aplica para referirse a diferentes razas de perros de caza, generalmente de tamaño mediano o pequeño, orejas colgantes, anchas y grandes, y hocico ancho. Todo el cuerpo está cubierto de pelo largo y ondulado y cara y hocico con pelo corto.[1]
Los spaniels fueron criados especialmente para hacer salir a la presa de la maleza más densa. Su uso principal ha sido como perros cobradores en la caza de aves, sobre todo de gallinetas, becadas, codornices y perdices, buscándolas primero y, tras ser abatidas, recogiéndolas y entregándoselas al cazador.[2] También fueron usados principalmente como perros levantadores, haciendo salir a las piezas de caza de su escondite para que el cazador pueda dispararles.