Los lobos (Canis lupus) son todavía, a pesar de la persecución de que han sido objeto, los cánidos con la distribución más amplia. Habitan en toda Eurasia y Norteamérica y han sido introducidos en Australia. Su hábitat varía desde los témpanos de hielo de Groenlandia a los desiertos de Arabia o las selvas de la India. Tan vasta distribución ha permitido la aparición de distintas subespecies, que se diferencian en el tamaño, color y longitud del pelaje o proporciones del morro o las orejas. Se han descrito más de cincuenta subespecies de lobo. No obstante, revisiones posteriores han ido condensando la lista de subespecies, reduciéndolas en algún caso hasta trece (una cifra más realista), quince si se incluye al perro (Canis lupus familiaris) y al dingo (Canis lupus dingo) y diecisiete contando dos subespecies[¿cuál?] recientemente[¿cuándo?] extinguidas.
El perro está considerado una subespecie doméstica del lobo bajo el nombre de Canis lupus familiaris, a pesar de las múltiples formas domésticas existentes. Aquí se da una breve descripción de las subespecies salvajes y su estado actual: