↑El Tea Party ya está conquistando Washington, según Rand Paul. El senador por Kentucky y protagonista del movimiento, Rand Paul, define el Tea Party con una sola idea "Se trata de la deuda. Es un movimiento preocupado de que estemos heredando y dejando en herencia a nuestros hijos y nietos esta deuda", aseguró el senador, para quien la corriente promueve "un castigo para ambos partidos". Sobre el gasto público el senador recordó que los demócratas siempre rechazan "reducir el gasto doméstico", mientras que su partido se niega a tocar el presupuesto de defensa, y apuntó que ésta es una tendencia que los republicanos deben cambiar si quieren reducir el gasto público. Agencia EFE.
↑El Tea Party irrumpe en los salones del poder de Washington. Del reporte del diario La Vanguardia: La primera constatación tras las legislativas: el Tea Party, que nació en el invierno de 2009 como reacción a las políticas de gasto público del presidente Barack Obama, no es un fenómeno efímero. No fue sólo una erupción causada por la llegada de un demócrata a la Casa Blanca, ni –como sostienen sus críticos– por la llegada de un afroamericano a la Casa Blanca. El Tea Party recoge inquietudes profundas de una parte de la población –sobre el papel del Estado en la economía, sobre la identidad estadounidense, sobre las incertidumbre económicas– y retoma una tradición arraigada en EE.UU. de rechazo a las elites políticas e intelectuales. Segunda constatación: en un ambiente de crisis y desencanto con Obama, el Tea Party ha pulsado las teclas adecuadas del descontento. El martes, cuatro de cada diez votantes expresaban simpatías por el movimiento, según los sondeos a pie de urna. Y tercera constatación: el Tea Party ha definido el terreno de debate, ha obligado a los republicanos a asumir un programa de austeridad fiscal, y ha expulsado de la vida política a los conservadores pactistas o moderados.