La telepresencia se refiere a un conjunto de tecnologías que permiten a una persona sentirse como si estuviera presente, para dar la apariencia o efecto de estar presente a través de telerrobótica, en un lugar distinto a su verdadera ubicación.
La telepresencia requiere que los sentidos de los usuarios interactúen con estímulos específicos para proporcionar la sensación de estar en ese otro lugar. Además, a los usuarios se les puede dar la posibilidad de afectar la ubicación remota. En este caso, se puede detectar la posición, los movimientos, las acciones, la voz, etc. del usuario para transmitirlos y duplicarlos en la ubicación remota para provocar este efecto. Por lo tanto, la información puede viajar en ambas direcciones entre el usuario y la ubicación remota.
Una aplicación popular la encontramos en las videoconferencias de telepresencia, el nivel más alto posible de videotelefonía. La telepresencia vía vídeo despliega una mayor sofisticación técnica y una fidelidad mejorada tanto de vista como de sonido que en la videoconferencia tradicional. Los avances técnicos en la colaboración móvil también han ampliado las capacidades de la videoconferencia más allá de la sala de juntas para su uso con dispositivos móviles portátiles, permitiendo la colaboración independientemente de la ubicación.
Un concepto similar o idéntico es el de telexistencia , que fue propuesto por primera vez por Susumu Tachi en Japón en 1980[1] y 1981[2] como patentes y el primer informe fue publicado en japonés en 1982[3] y en inglés en 1984.[4]