Las Terapias Avanzadas se refieren un conjunto de tratamientos médicos que utilizan células, genes o tejidos modificados en el laboratorio. Incluyen disciplinas como la Terapia Génica, Terapia Celular y la Ingeniería de Tejidos. Su objetivo es corregir, reemplazar, modificar o regenerar células, tejidos u órganos dañados o enfermos.[1]
La denominación de Terapias Avanzadas se utiliza en la reglamentación vigente en Estados Unidos, Europa, Japón, Argentina y muchos otros países. Dicha clasificación surge como consecuencia del avance de las ciencias médicas y de su distanciamiento del paradigma farmacológico tradicional. Mientras que las terapias farmacológicas utilizan medicamentos químicos para tratar enfermedades, las terapias avanzadas utilizan células, genes o tejidos para lograr el mismo objetivo.[2] Más recientemente, se han añadido los nanomateriales con usos medicinales al conjunto de terapias avanzadas.
Las terapias avanzadas pueden ser utilizadas para tratar enfermedades o lesiones, como la piel en víctimas de quemaduras, osteoartrosis, ciertos tipos de cáncer o distrofia muscular. Por lo general se enfocan en enfermedades que no tienen cura, que pueden ser raras y/o de origen degenerativo o hereditario.
Para 2024, en Estados Unidos habían sido aprobadas más de 30 terapias avanzadas,[3] que al sumarsen a las aprobadas en países de vanguardia médica como Europa, Japón, Corea del Sur y Australia llegan a la centena. En 2023, se alcanzó un número importante de nuevas aprobaciones a nivel mundial y se reportó que más de 2.500 desarrolladores de Norteamérica, Europa y Asia trabajaban en cerca de 2.000 ensayos clínicos para buscar aprobación de nuevas terapias, según cifras de la Alianza para la Medicina Regenerativa(ARM).[4]