El elemento tierra (en griego γῆ, γῆς; gé, gés y de ahí la voz «geo») junto con el fuego, el agua y el aire, es uno de los cuatro elementos de las cosmogonías tradicionales en Occidente y está presente en todas las religiones y sus rituales, en la filosofía esotérica, en la alquimia y en la astrología. Se considera «pasivo y femenino», al igual que el elemento agua, frente al aire y el fuego, «activos y masculinos».[1]