El tightlacing, corseting o entrenamiento de la cintura, como se lo conoce en Hispanoamérica,[1][2] es el hábito o la práctica de usar un corsé permanentemente. Las personas que siguen esta tendencia son conocidas como «tightlacers y practicantes del tightlacing»[3] y suelen usar el corsé durante más de veinte horas al día, lo que deriva en una modificación corporal.[4][5] Esta práctica puede ser con fines estéticos o fetichistas.[6]
La mayoría de especialistas coinciden en que el uso prolongado del corsé puede ocasionar graves problemas a la salud, algunos de los cuales pueden ser irreversibles. A las personas que practican este método se las suele comparar con un reloj de arena debido a la silueta del cuerpo, aunque otros son conocidos por tener la «cintura de avispa».[7]
Entre las personalidades que practican el tightlacing destaca la actriz y modelo erótica Dita Von Teese, quien ha utilizado esta prenda desde los 18 años.[8] Asimismo, la británica Ethel Granger posee el «récord de la cintura más estrecha», con una medida de 13 pulgadas (33 centímetros) y fue la imagen de la revista estadounidense Vogue en varias ocasiones. Otras modelos europeas como Ioana Spangenberg han sido fuertemente criticadas por su extrema delgadez y,[9][10] según su propio testimonio, su cintura llegó a medir 15 pulgadas en la adolescencia. Mientras que la alemana Michele Köbke (aficionada a la moda victoriana) asegura que el tightlacing forma parte de su vida, a pesar de padecer atrofia muscular.
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