Los trastornos del control de impulsos es un grupo de trastornos de etiología desconocida que se caracterizan por las acciones irresistibles (el sujeto no puede resistirse al impulso o tentación de llevar a cabo acciones, aunque sean peligrosas para él o los demás). Es importante que la familia conozca este problema.
Se caracteriza por el fracaso repetido de resistir un impulso, pulsión o necesidad de realizar un acto que es gratificante para la persona, al menos en un corto plazo.