Cartago devolvería a los prisioneros de guerra sin cobrar rescate alguno, mientras que debería pagar un rescate muy importante para recuperar a sus propios prisioneros.
Cartago se comprometía a respetar en el futuro a Siracusa y a sus aliados.
Cartago transfería a Roma el control sobre las islas Eolias y sobre Ustica, al norte de Sicilia.
Cartago se comprometía a pagar una indemnización de guerra de 2200 talentos (66 toneladas) en diez pagos anuales, más una indemnización adicional de 1000 talentos (30 toneladas) de forma inmediata.[1]
Originalmente rechazada por el pueblo romano, estos términos se adoptaron con muy pocos cambios bajo la autoridad del Quinto Lutacio Cercón, el hermano de Cayo Lutacio Cátulo. En el acuerdo final, a Cartago le fueron dados solo diez años para pagar una indemnización de 3200 talentos, y tuvo que evacuar las islas entre Sicilia e Italia (las islas Eolias y Egadas).