La traza italiana es un estilo de fortificación desarrollado en Italia a partir del siglo XV en respuesta al creciente uso de artillería en los asedios a fortificaciones. Este tipo de construcciones se extendió y perfeccionó posteriormente por el resto de Europa, especialmente durante el siglo XVII y en las áreas afectadas por la guerra de los Treinta Años, alterando profundamente las tácticas y doctrinas militares.
Estas fortificaciones se caracterizan por estructuras macizas y poco elevadas de formas poligonales con salientes triangulares llamados bastiones o baluartes en las esquinas que no dejan ángulos muertos sin cubrir por la artillería.
La nomenclatura de estas construcciones fue variando según las épocas y los países, originalmente se las llamó fortificazione alla moderna en Italia, mientras que en Francia se las llamó de tracé à l'italienne, igualmente se han usado los términos de fortaleza de estrella, fortaleza abaluartada o fortaleza poligonal, aunque este último se aplica con más propiedad a un tipo de fuerte posterior, del siglo XIX.