Una turbonada[1] es un aumento repentino y fuerte de la velocidad del viento que suele asociarse o acompañarse de tempestades, lluvias, tornados o nevascas.[2] Se puede definir a una turbonada como el aumento sostenido del viento durante un intervalo breve de tiempo, por lo general algunos minutos, aunque durante su transcurso pueden haber ráfagas de viento mayores.[3]
En el contexto aeronáutico, una turbonada es el aumento brusco de la velocidad del viento de al menos 16 nudos, pero que puede alcanzar los 22 nudos o más, y se mantiene como mínimo durante un minuto.[4] Este fenómeno suele ocurrir por fuertes caídas o enfriamiento del aire en las regiones medias de la atmósfera, lo que fuerza movimientos ascendentes en el límite de la región de enfriamiento, que luego inducen movimientos descendentes locales a su paso.
Una acumulación de turbonadas se denomina línea de turbonada.