Unidad de cuenta, moneda de cuenta o moneda teórica, incluso moneda imaginaria,[1] es una unidad monetaria que, en la mayoría de las ocasiones, no tiene una correspondencia física (es decir, no se acuña o emite) pero, a pesar de ser imaginaria (o, más bien, gracias a ello), se utiliza en las transacciones comerciales y la contabilidad, y mide el valor de mercado.[2][3]