Aunque influido por el castellano, conserva ciertas características antiguas que se han perdido en el resto de los dialectos.
↑Sanchis i Guarner, Manuel (2000). La llengua dels valencians(en valenciano) (vigésima edición). Valencia: Eliseu Climent. p. 87. ISBN84-7502-082-8. En dicha página, el autor reconoce que en Catadau y Alfarp se conserva la sonoridad de s y de j, si bien en Alfarp la pronunciación de j se asemeja a la y africada, lo que para Sanchis Guarner demostraría la relativa modernidad del fenómeno. En el mismo lugar, advierte que Joan Corominas también había descubierto por su cuenta que Catadau y Alfarp forman una zona no apitxada.