El vegetarianismo jaina es la dieta de los seguidores del jainismo. Se trata de la dieta de motivación religiosa más estricta del subcontinente indio.
Como ocurre con el hinduismo y el budismo, las objeciones de los jainas a comer carne o pescado se basan en el principio de la no violencia, el ahimsa. Según este principio, todo acto por el que una persona directa o indirectamente apoye la muerte o el daño se ve como violencia (himsa) y consecuentemente crea un karma dañino. El objetivo del ahimsa es evitar la acumulación de ese karma.[1]
La intensidad con la que se lleva a la práctica esta intención varía ampliamente entre hindúes, budistas y jainas. Estos últimos, consideran que la no violencia es el deber religioso más básico para cualquier persona, como se refleja en la frase: ahimsa paramo dharma («no violencia es el deber supremo») escrita frecuentemente en templos jainas.[2][3][4] Es además condición indispensable para liberarse del ciclo de la reencarnación[5] que es el fin último de todas las acciones jainas.
Si bien comparten este objetivo con budistas e hindúes, su particular cuidado en llevar a cabo la no violencia en las actividades diarias y especialmente en la comida se convierte en una seña de identidad para el jainismo.[6][7][8][9]
Un efecto secundario de esta disciplina estricta es el ejercicio del ascetismo, que en el jainismo se fomenta tanto para laicos como para monjes y monjas.[10]