Las villas miseria, villas de emergencia o simplemente villas es el nombre que se le da en Argentina a los asentamientos informales caracterizados por una densa proliferación de viviendas precarias que se ubican en tierras que originariamente no son propiedad de sus ocupantes. Son urbanizaciones (o autourbanizaciones) informales producto de ocupaciones de tierra urbana vacante.[1]
En su origen, tienen como características comunes la falta de servicios básicos, la precariedad de las viviendas, la irregularidad en la tenencia de la tierra. Las viviendas son precarias, pero a medida que las villas se van consolidando en el territorio que ocupan, mejoran las construcciones y aumentan algunos servicios básicos de infraestructura (desagüe pluvial, agua corriente, luz, etc), pero nunca con un servicio adecuado.[2] El gobierno nacional lanzó en 2018 un Relevamiento Nacional de Barrios Populares para identificar villas y asentamientos informales de todo el país, uno de los datos salientes es que en todo el país existen 4.228 barrios populares. Alrededor de 1.600 se encuentran en el conurbano bonaerense. Más de la mitad nacieron antes del año 2000 y casi un cuarto del total son posteriores a 2010.[3]